y yo sentía rotura de ligamentos y reverberaba sangre
mientras entonaba la A.
la E me la robó una puta que era monja y una monja con hábitos genuinos
pero dañinos.
La I la utilizo para desmembrar a inútiles y botarates de varias pintas
que operan euros y los conviertes en leche podrida de amiento.
La O la olvidé en tu coche...
pero tu conducías con semblante taciturno y deshojado de otoño...
La u pone fin a una noche otra vez sin estrellas
vomitando en el metro y todos,casi todos, riendo
mientras entonaba voces en Nikosia...
el resto es olvido, mierda y muchas lágrimas.






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