y él dudo...
y aplaudió y bailo
si la música baila sola
luego durmió y se levantó..
miro el cielo bañado de plata
y acució simplemente para oír
... oyó el ladrido de un perro dolorido y ninguneado
como indigentes, rumanos y salchichones robados en los súpers..
después se dijo:
te espero, pero no a ti sino a otra.



No hay comentarios: