Por fín la música sonó con la fuerza de un beat.
Una frecuencia vaga. Una Onda Vaga....
Entendí que la fuerza no reside en una espada láser o en el humor descarnado
de Little Miss Sunshine.
Esta noche sorbí la noche a cachos, leí cuantos versos cabían en mi cabeza.
Y me dieron las cuatro y luego y anteriormente, las dos y la una...
Y sinceramente, seguí sin entender que ocurría.
Bueno yo sí, claro, yo sabía lo que me ocurría, pero eso me lo contó Casandra y su mito,
entre sueños.
Nueva etapa, nueva ropa, nuevo peso corporal.
Nueva semana, nueva forma de ver las cosas,
la borrasca que deambula por Valencia, tiende a enroscar nubes y lloverá, sí.
Y ahí estaré para mojar mi pelo, solo.
Esta es mi nueva decisión...


1 comentario:

mareva mayo dijo...

Intenso leerte estos días, como si un nuevo vértice asomara de entre verbos y cubriera sangre y metáfora.

De lo hueco, decirte, que ah de los suelos vacios de algunas tumbas, de algunos años.

Un abrazo.
Alegría leerte.