No habrán más blues a medianoche.
Ni más vasos de vino extiendo-se, derramados por la mesa del comedor,
mientras el reloj, silencioso,me marca las dos de la madrugada.
He perdido mis sueños, he perdido la capacidad de soñar.
Ya no invento.
No invento palabras. Aquellas conjunciones de palabras, que tanto
me gustaban.
Sí. Ha pasado un hombre de gris. Frío y calculador. Me ha ofrecido Tiempo.
A cambio y renuncia de sueño y espejos. Y yo que iba a declinar lo qué me proponía,
por miedo y tristeza, también por cansancio, por ojeras, por insomnio, pero
sobretodo por miedo ,he aceptado el cambio.
Qué no hayan más blues de palabras. Más vómitos.
No más poemas. No más tiempo pretérito, ni más fonemas haciendo el amor a escondidas.
Y por tanto, he dejado de ser.
He dejado de ser yo para convertirme en algún otro.
Qué camina las calles, rápido. Expulsando grandes bocanadas de humo azul.
Sin mirar al cielo.
Sin mirar de frente.

Mirando, al suelo.

2 comentarios:

Loam dijo...

Eres el mismo.

Loam dijo...

Creer que se es otro, eso es romanticismo.