Esperaba encontrarte en la plaza del barrio, en el Georgia, o tomando un cortado, o jugando
un ping-ball.
Pero resulta que han demolido nuestra plaza. Sí.
Nuestra pequeña plaza arrinconada, detrás de la Iglesia. Ya no quedan más que dos edificios
recién construidos. Metal. Ladrillo rematado con grandes cristales opacos.
Y el bar. Nuestro bar. Ese lugar de encuentro. De cafés, de risas, de alguna birra y sobretodo
de ping-balls. Apuntes de biología revueltos por la mesa.
Dice Morrisey en un dvd de un concierto en “Manchester” :
the past, is a strange place..”



Por qué me revuelvo en buscar fantasmas? En buscar sonrisas que se habrán apagado o se iluminarán con otros fuegos?
Y por qué sufro por un presente que se escurre como el agua entre mis dedos, preocupado por un futuro que repica con los nudillos en mi puerta?
El hastío vive en mí, habita también mil preguntas sin respuestas, que formulo al viento de estos
meses caóticos ,que ulula sin parar detrás del ventanuco de mi habitación.

Volvía hacia atrás, a decenas de veranos, primaveras o navidades ,y solo encuentro recuerdos
derruidos, carretes velados, vagas imágenes, y
yo no soy yo, si no cadáver preparado.
Yo no soy yo, si no una puerta a un desván lleno de polvo y cachivaches.

Y no soy yo ,si no si no un títere, esperando y suspirando para que la función termine.

No hay comentarios: