Le juré amor eterno, a las noches que para mí,se tornarían  insomnes,

cuándo un manto negro cubre con malicia la ciudad,
cuándo todo se aquieta,en la noche, y el silencio parece tener peso.
apoderándose de los sueños de las personas.
Roban dolos, sensaciones, anhelos,miedos o deseos,
haciendo que los sueños se conviertan en largos tiempos vacíos,
espacios velados de fotografía velados, inutilizados
por unos, para el provecho de otros.
Nos durmieron con pastillas.
Lo intentaron con inyecciones, que aletargaban nuestra alma y nuestro
espíritu.
Por eso le juré a la locura, que de vez en cuando, me pasaría la noche en vela,
mientras otros dormitaban.
Para ser guardián de sus sueños, para leerlos por ellos, sin interpretarlos,
no,no ése no era mi cometido, luego les serían devueltos,a sus dueños,
al final de la noche, para que los recordaran ….
cuando se despertaran...
por eso le juré servicio a las noches enajenadas, a los espejismos,
o los que unos llaman delirios.
Para salvar los sueños de cuantas personas, me fuese posible, rescatarlos,

y devolvérselos,antes de que se perdiesen, para siempre.  

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