Como quisiera aliviar las termitas que taladran mis huesos hasta dejarlos huecos.
En esta noche de espanto, circulan demasiados buses vacíos.
La plaza, la rotonda es un divagar de luces infinitas.
Querría abrazarte y no sentir que muerdo la almohada y que el techo,
se me cae, encima.Pero siempre es lo mismo.
la nada.El vacío.
Me devora por dentro, el pasado,
me inhabilita,el miedo,
los recuerdos,
 guardados en una cajita bajo llave.
Ayer llovía.
Pero ni percaté que lo hacía con la fuerza,con la
 que antes, tanto me gustaba y me que quedaba ensimismado...
Lo están consiguendo,
me estoy muriendo, en vida,
o conviertiendo en una roca,
que si acaso viene a ser lo mismo.