Tienes que abrir tus ojos como ventanas,
más allá de cualquier cortina,
dejarte llevar por el ruido sordo que hace un alfiler en tu barriga
Te sorprenderé arrastrando la lluvia hasta nuestras cabezas.
Espero cómo un chiquillo espera los reyes magos,
con la ilusión, la inocencia del que no ha probado,
te espero con un ramo de lirios y hojas de aspidistra...

fundiendo me en lo que no es uno,
sino dos,
Antony calma mi ansiedad,
y es cuando cierro los ojos,
cuando por fin,
me he ido
para darte la mano y cruzar,
el espejo.

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