En esta noche que viene,la luna no vestirá el cielo,
oprtuna
de color de plata.
No habrán estrellas a las que imaginar como lugares muy lejanos,
el cielo estará negrísimo,
tanto que hasta las ratas de las alcantarillado temblarán,
Esta noche las farolas de las calles de la ciudad,
ni se encenderán,
se doblaran sobre su columna, como girasoles cansados de tanto calor.
En la ciudad no escucharan ni motos ni coches,
hasta los árboles cansados de tanto humo y de tanto cemento,
doblaran sus ramas, sus brazos en signo de interrogación.
No sé que pasara
pero algo ocurrirá
con las luciérnagas que espían,
entre visillos,
ni su luz se podrá salvar de este cierre absoluto,
ni todo el polen de las flores, ni sus abejas,
bastarán para evitar este efecto en cadena
que ha empezado ya,

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