escribo desde un locutorio roñoso, hoy.
Mañana, rallada y envuelta en frío de diciembre.
La ansiedad me envuelve en una nube constante de nicotina,
en casa, el cenicero, rebosa.
definitivamente, aún no dejaré de fumar.
Me siento perdido y a veces la cabeza me da vueltas como el tío vivo de la plaza de mi nuevo
barrio.
Pero la sangre rebosa mis venas, mi corazón late y late y basta una canción o un simple comentario
de un amigo para devolverle a mi rostro una cálida sonrisa.
Qué bueno es no darle cuentas a nadie de lo que haces.
A donde vas,
A que hora vas volver,si cenarás en casa,
Soy un pájaro al que se le ha devuelto la libertad.
Sin embargo, las noches se presentan insomnes y dolorosas.
En mi catre destartalado y mi pobre habitación le doy mil vueltas a todo,
y sólo tu poesía me calma.
Menos mal que editaste, menos mal que compre, tus libros.
Pasará la navidad?
Se me atragantará el turrón, se convertirá todo en una vorágine incontrolable?
Pasara rápido este fin de año?
y qué me depara este próximo 2014?
Qué nos depara?
Sonrío...
En el locutorio, se me agota el tiempo para escribir algo por hoy...

No hay comentarios: