Y fue así.
No sucedió de otra manera...
Un signo inequívoco de desorden y no
paz...
Los vi en mi cara riendo y sintiéndose
una bomba de relojería..
en nuestras manos frágiles.
..en nuestros cráneos
quebrados...Robados...Silenciados..
Tomé el tren y por dentro lloraba..
y pensaba en una inyección de cocaína
en la vena..la que quemó venas.
en el émbolo succionando sangre y
empujando al demonio adentro.
Y pensé en música,otra, pero no fue
posible...
me recosté sobre el respaldo del
asiento del tren....
y así sí funcionó, escondido bajo
unas lentes de sol, se escapó una lágrima...
y otra..era como un réquiem duro. Con
el tempo de los raíles, que se comía la mañana...
me acordé de,”Réquiem por un
sueño”..y esa música, la película..y lo demás
entonó mi ficción,triste,que era de ese día y no otro .
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