La navaja de afeitar se movía sola,
mientras dormías..
(acunado)
en una trona frente a un espejo que
gemía...
esa era la verdadera sombre del
viento...
...no la otra,
ni la que se perfilaba debajo de las
gárgolas de la ciudad encantada...
...ni sueños, ni príncipes..
...nada...
...El sonido era vago...
...y esa noche, por unos momentos..sonó
un estradivarius divíno...
...para él fue
tarde...
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