No existen palabras para formular
determinadas situaciones.
O al menos, no las encuentro.
Insomnio.
Insomnio hoy.
Ayer.
Antes de ayer.
Y me he quedado sin gasolina para hoy,
salir de casa, y coger el bus de siempre.
Es cierto que enloquece no dormir.
Vamos, un sí rotundo.
Prefería estar como antes, cunado
dormía diez horas.
Pero entonces, tampoco estaba contento
porqué yo pensaba que desaprovechaba el tiempo,
las mañanas, las tardes, todo.
Ha llegado un punto, un punto de
abotargamiento mental y físico, qué no sé que es peor.
Si dormir cuatro o cinco horas cada
día, o diez.
Creo, que prefiero diez.
Así, mientras duermes y estas en fase
REM, no piensas.Sueñas.
Y si no piensas, digo yo que no podrás
rallarte y pensar en negativo. Ni agobiarte.
Un amigo, ya hace tiempo, me dijo que
cuando tienes insomnio prolongado en el tiempo,
al final, te acostumbras.
Claro. Al final, el cuerpo se hace a
todo.
Pero la noche en el piso es
inquietante. El silencio te va mordiendo a mordiscos pequeñitos
por todo el cuerpo. Está todo tan
oscuro que necesitas un mechero para orientarte y no darte
de bruces contra una silla.
Escribes, lees, escuchas música...
Pero son horas.
Horas que se caen del reloj como la
baba. Muuuy leeentamente.
No existen palabras para formular
determinadas situaciones.
O al menos, no las encuentro.
Hoy, esta tarde, me siento perdido y
terriblemente confuso.
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