Es temprano, deben ser las seis de la
mañana, aproximadamente...
Y pones las noticias,
y ves el odio islámico creando sangre
en Trípoli...
O ves un niño obeso y con déficit de
atención, comiendo hamburguesas,
en cualquier cadena de fast-food,
en cualquier rincón de la ciudad,
que recuerda irremediablemente a
alguien cercano.
No existe ya, crítica objetiva por qué
el mundo se desfigura a cada minuto
de traslación.
Y los mares suben, y el Sol está como
una puta cabra,
y sus hombre y sus peces.
Te derrites ante un televisor, o un
podcast....
Y escribes por no llorar en la almohada
arrugada,
Sueñas y te enredas en pesadillas
escamosas precisamente,
por todo ello.
Y la música te salva unos ratos
buenos,
y mamá ya no te mira con ojos
encendidos sino con ojos de química excesiva.
Reflexionas y vuelves al punto de
origen.
Y los amigos lloran,
y tu no ríes, frunces el ceño.
La felicidad se ha convertido el leer a
Alice Miller, para atornillar,
unas tuercas mal engrasadas...
a la espera de que amanezca, en
Barcelona...
buenos días digo, sí...
buenos días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario