Se torcía un viento concedido solo a
los que escuchan
el ulular del cierzo en las noches de luna clara....
La ciudad se revolvía en un amanecer
roto, y encendido de nubes de sangre
que encumbraban al Tibidabo en
una premonición, lenta y agónica...
Se iba a acabar el mundo ése día??
Impredecible e inexacto como una
borrasca mediterránea?
Rulfo se enfadó tanto ése día de
otoño que hizo caso omiso de las normas establecidas.
De las leyes y lo que recitaba el
boletín oficial del Estado: LOS POBRES SERÁN LOS MAS,
LOS RICOS, LO SERÁN MAS”...
...hizo caso omiso decía y se quitó el
reloj para que éste no le controlara a él.
Total, que se encaramó a la cima más
alta del Barcelonés, y allí junto al viejo parque de atracciones,
se pasó una hora maldiciéndose
porque, no funcionaba nada...ni atracciones, ni bares, nada.
Era domingo.
Se pasó dos horas circunvalando la
misma rueda de la Iglesia cuando de pronto se encontró con una
persona extraña.
Con una persona de esas que le hacen a
uno, dudar...
Un hombre enjuto, con nariz chata,
cuerpo trepanado de cicatrices
y un pin que ponía”estuviste
ingresado en 1999 en el Hospital de los Dolores"
-Y que hospital es ése?-le dije,
-No lo recuerdas?respondió,
-Mira.-riendo lacónicamente,
.Mira: abajo, hacia al sur-este...
Ves es antiguo solar?
-Allí estuviste encerrado hace doce
años y tres meses.
-Yo? Le dije, azorado...
Sí, tú.
Tú,
malnacido,
mal nombrado,
que me
has llevado hasta cerca de los cuarenta años por el sufrimiento y la
amargura,
tú que te drogabas
y te enchutabas cualquier hora de sexo
intempestivo...
-Tienes un cigarro?-me pidió él.
-Le dije: si claro-por supuesto- con un
discurso verborreico. …
-Ves ?
Lo ves ahora?
-El qué, buen hombre?
Por dentro empece a sentir el viento
cada vez mas fuerte?
-Tu morirás exactamente cuando yo.
-Pero qué dices! ( me puse en guardia
y me separé de él dos palmos).
El tabaco Jorge:
el tabaco te mata
igual que a mí,
la tristeza, el desamparo.
El cáncer que llevo en
mis entrañas.
-Nunca habrás ni será feliz...
-Pero qué coño, me dije:
me fui rápido, a grandes zancadas, a
pesar de que estaríamos a unos nueve grados, sudé, sudé mucho.
Torcí la mirada hacia el viejo avión
de las Atracciones del Parque del Tibidabo
y la noria
y me enfadé
por ser tosco y cerdudo,
y porque subí esa mañana estúpida de
domingo me encaramé al “Tibidabo”,
te daré..dicen, significa la montaña...
-Joder, qué mierda! Lo que me faltaba!
Para colmo, hablar con extraños.
Me baje de los Ferrocarrils Catalans, y
me quise encender un cigarrillo...
-Mierda!
Se los había quedado ése hombre raro
y torcido..
..pero...
SI YO NO LA HABÍA DADO EL PAQUETE!....
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