Me abandonaste a cambio del
interminable azul del horizonte del mar.
Yo te ame como se quiere sólo una vez.
Dos, a lo sumo.
Tuve que escuchar en las olas del mar,
que habías muerto,
y te habías convertido en coral.
Anduve y anduve,descalzo por la playa,
llorando.
Y juré que para siempre tu nombre
estará maldito,
que no habías existido,
y si acaso, ahora el mar azul te tenía
presa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario