Barcelona se desviste con una lluvia
amarga y constante.
Parece otra vez invierno y sólo me
queda unos libros
rescatados del trastero, mi tabaco, en
esta casa desmembrada,
y unos cuantos cigarros john player.
Las calles claman justicia e igualdad
con toda esta movida de la
casa okupa” Can Vies”, yo atiendo
atónito a esta especie
de democracia extraña, la pasividad de
la gente soñolienta y agria
en los súpers,y lo que prometen
“Podemos”.
Me la suda estos políticos, me la suda
la lluvia, me la sudan los okupas....
Ante el vacío que me come las
entrañas,
el escozor de las uñas mordidas debajo
del agua,
hoy sólo solo es hoy.
Yo soy yo,
y parece que no exista, nada más.
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