Aunque el Sol acaricia con suavidad la
ciudad, los parques, las plazoletas
y los edificios,
de pronto he sentido frío.
He buscado en en mi armario un jersey
fino y me lo he puesto.
La casa permanece casi en silencio,
sólo rota por la música de Fabián...
la cuál, le pone
un toque de vida y calor a esta casa en la que ando de paso.
Aún no han llegado
las golondrinas a Barcelona. Estamos a principios de Abril,
y no han llegado
las golondrinas. Las que presagian el buen tiempo y el final
del oscuro
invierno.
Y sí, tengo frío.
Frío de compañía,
de amor,
de risa,
de cuerpos
entrelazados sudando...
y decía,
sudando ...aún y
teniendo frío en el mes de Abril,
éste Abril sin
golondrinas, dibujando surcos en el cielo añil, de nuestro barrio.
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