Es tiempo de deshacer los hilos de
lana,
que,
imbricados lían los salvo conductos,
enhebrados en los cuerpos vacíos
de hombres,
ancianos
y niños.
Son adorables los “querubines “
angelicales
que andan con sus papas del Opus Dei.
Yo me cago y me descago en Diós cada
día porque Dios, definitivamente o no existe,
o también tiene problemas con el
despertador cuando este suena a las siete.
Es tiempo de plantar patatas
Es tiempo de sonreírse
y de amar
y de enroscarse en mantas,
De rezar mantras por éste jodido mundo
que no tiene alimentador, o carece de directrices exactas.
Pero la gente,
se han vuelto zombies peligrosos...
que babean e intuyen,
a veces,
el tiempo,
que es por lo general, impredecible,lo
cual les otorga,
un valor exacto y único
pero ellos saben mas
que otros que no duermen sino que dan
por culo por las
noches frías y húmedas de invierno.
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