Lo que nace del amor no se puede romper.
Hay que creer con determinación en la gente.
Los humanos somos capaces de lo más horrible,
y también de lo más loable.
Tengo mi lucero que amanece conmigo al alba.
Me queda el mar.
El cielo
y las tormentas.
Aún no he llamado a las puertas del cielo,
no era tu momento, no era el mío
y veo pasar la vida como un regalo.
Respiro.
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